viernes, 17 de septiembre de 2010

Spaghetti con langostinos y huevas de mujol

  Las huevas de mujol no se pueden llamar ni mucho menos caviar, éste es únicamente de esturión y tiene un precio muy elevado (unos cien euros por 150 gr). Las huevas que he empleado para esta receta son, a mi juicio, el mejor sucedáneo de caviar que hay por un precio razonable. Suelen estar junto a las anchoas y salazones en cualquier supermercado, las que yo compro son una lata donde hay huevas rojas y negras (el color se consigue echando colorante) y cuestan unos 10 euros. También suele haber huevas de salmón, que son más gordas, pero no me gustan tanto, sobretodo por como explotan al morderlas. Por tanto, eliminando las de lumpo que son las peores, las huevas de mujol son las que mejor relación calidad-precio tienen. Insisto que todo esto es muy subjetivo.
  Para esta receta, y sabiendo que iba a usar tanto las huevas rojas como las negras usé una mezcla de spaghetti con tinta de sepia y spaghetti normales, los de tinta de sepia es evidente que los usé por el sabor y los normales por un motivo puramente estético.
  A este tipo de recetas suelo echarle algún tipo de picante, pero también está muy buena sin él.



















  Ingredientes para dos personas:

 -100 gr de spaghetti negros
 -70 gr de spaghetti blancos
 -10 langostinos
 -2 dientes de ajo
 -Aceite
 -Cayena
 -2 cucharaditas de huevas rojas
 -1 cucharadita de huevas negras

  Elaboración:

  Coceremos la pasta por separado, o pondremos a cocer antes la que mayor tiempo de cocción tenga y luego agregaremos la otra. El proceso es el de siempre, en una olla con abundante agua y sal, introducimos la pasta hasta que esté al dente, retiramos, enfriamos con agua fría y escurrimos. En todas las recetas en las que es necesario saltear la pasta es imprescindible hacerla al dente, ya que si está blanda, al echarla en la sartén se ablandará aún más.

  Pelamos los langostinos y, en una sarten con aceite, doramos las cabezas y los desperdicios. Retiramos todos los pedazos de langostino que haya en la sartén y echamos los ajos laminados. Antes de que se doren agregamos los langostinos pelados y cortados (yo los suelo cortar en 3 o 4 partes) y dejamos que se hagan unos dos minutos. Espolvoreamos cayena, al gusto, y añadimos la pasta. Sazonamos y dejamos que la pasta se mezcle bien con los demás elementos.

  Para servir, ponemos una ración en un plato y en el último momento echamos una cucharada de huevas rojas y media de huevas negras.

Et voilà!

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