jueves, 16 de septiembre de 2010

Tarta de queso con mermelada casera

  Uno de los pocos postres a los que no le he encontrado detractores es la tarta de queso. Para este tipo de tartas hay preparados en los supermecados aunque el sabor y la calidad de éstos no se aproxima, ni de lejos, a los que podemos hacer en nuestra propia casa. Además de sencilla, es fácil tener los ingredientes en casa.
  Para la mermelada he usado fresas que tenía congeladas. Podremos congelar las fresas para tener durante todo el año aunque hay que limpiarlas y trocearlas. El único problema es que al congelarlas, sólo podremos usarlas para hacer mermelada o batidos, ya que se ablandan mucho cuando las descongelamos. Si no tenéis fresas se puede hacer con arándanos (con éstos está buenísima) o con cualquier otra fruta, aunque es recomendable que sean frutas del bosque, pues con cualquiera de ellas la tarta sabe muy bien.













  Ingredientes:

 -1/2 paquete de galletas maria (aunque se pueden sustituir por otras)
 -2 cucharadas de mantequilla
 -1 bote de nata de 200 ml
 -300 gr de queso de untar cremoso (tipo philadelphia)
 -6 láminas o un sobre de gelatina neutra
 -2 cucharadas soperas de azúcar
 -100 ml de agua

 -300 gr de fresas
 -125 ml de agua (medio vaso)
 -4 cucharadas soperas de azúcar


  Elaboración:

  Empezaremos haciendo la mermelada, para ello pondremos un cazo al fuego con el agua y las 4 cucharadas de azúcar. Cuando empiece a hervir, echamos las fresas y bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocer unos 25 minutos, hasta que veamos que las fresas se han deshecho por completo y el agua se ha reducido formando una pasta homogénea. Apagamos el fuego y tapamos el cazo con un trapo para que se enfríe lentamente.
  Mientras la mermelada se está enfriando trituramos las galletas y ponemos la mantequilla a derretir en el microondas (con un minuto es suficiente), mezclamos las galletas trituradas y la mantequilla derretida y cubrimos con esta mezcla el fondo de un molde, que será donde iremos poniendo todos los ingredientes para que cuaje.
  Ponemos un cazo al fuego y añadimos 100 ml de agua, cuando esté caliente añadimos la gelatina y removemos constantemente para que no se formen grumos, cuando la gelatina se haya deshecho por completo apagamos el fuego y dejamos que temple. En un bol añadimos la nata, el queso y el agua con la gelatina cuando se haya templado y agitamos enérgicamente con una varilla. Ponemos la mezcla en el molde, sobre la base de galletas e introducimos en la nevera.
  Cuando se haya solidificado ponemos cuidadosamente mermelada cubriendo la tarta (se puede poner más o menos mermelada según gustos), volvemos a meter la tarta en la nevera y al cabo de dos horas ya podremos desmoldarla.

 Sencilla y deliciosa.

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